Extractos del Prólogo «Mai 68, année théorique, etc.» de Histoire critique de l’ultragauche

Extractos del Prólogo «Mai 68, année théorique, etc.» de Histoire critique de l’ultragauche

El programatismo y su caducidad

Bajo el impulso de la huelga de masas de mayo-junio de 1968, después de que el otoño caliente italiano de 1969 y el levantamiento polaco de diciembre de 1970 sucedieran a la primavera francesa, que conflictos a menudo violentos y sin reivindicaciones se multiplicasen en los Estados Unidos y que todas las instancias de la reproducción de la fuerza de trabajo y de la necesidad de renovar su relación con el capital se ponían en tela de juicio, cabía pensar que al reformismo obrero, al control de los partidos comunistas y de los sindicatos sobre la clase y al bombo izquierdista les quedaba ya poca cuerda, y que todas esas luchas, aun siendo limitadas, anunciaban un nuevo «asalto proletario» que iba a desembocar a corto plazo en la lucha final. Sin embargo, los límites de las luchas de la época fueron apareciendo a medida que éstas se desarrollaban, y hubo que formular preguntas decisivas tanto sobre los resultados de las revoluciones pasadas como sobre el análisis de las luchas en curso, las perspectivas de desarrollo del modo de producción capitalista y la concepción general del comunismo. Sigue leyendo Extractos del Prólogo «Mai 68, année théorique, etc.» de Histoire critique de l’ultragauche

INSURRECCIÓN

Por Comité Invisible (2007)

La comuna es la unidad elemental de la realidad partisana. Una escalada insurreccional no puede ser más que una multiplicación de comunas, su conexión y su articulación. Según el curso de los acontecimientos, las comunas se fundan sobre entidades de mayor envergadura o incluso se dividen. Entre una banda de hermanos y hermanas unidos “a vida o muerte” y la reunión de una multiplicidad de grupos, de comités, de bandas para organizar el aprovisionamiento y la autodefensa de un barrio, incluso de una región sublevada, no hay más que una diferencia de escala, son indistintamente comunas. Cualquier comuna no puede tender sino a la autosubsistencia y experimentar en su seno el dinero como algo insignificante y, por decirlo del todo, descolocado. El poder del dinero es el de fabricar un vínculo entre los que carecen de vínculos, el de vincular a los extranjeros en tanto que extranjeros y, de ese modo, poniendo cualquier cosa en equivalencia, poner todo en circulación. La capacidad del dinero de vincularlo todo se compensa por la superficialidad de este vínculo en el que la mentira es la regla. La desconfianza es el fondo de la relación crediticia. El reino del dinero debe ser siempre, por este hecho, el reino del control. La abolición práctica del dinero no se puede conseguir más que por la extensión de las comunas. La extensión de las comunas debe obedecer en cada caso a la preocupación por no exceder cierto tamaño, más allá del cual pierde el contacto consigo misma y suscita casi sin excepción una casta dominante. La comuna preferirá entonces dividirse y de este modo extenderse, al tiempo que previene una salida desgraciada. El sublevamiento de la juventud argelina, que alcanzó a toda la Kabilia en la primavera de 2001, se convirtió en una toma casi completa del territorio, atacando a los policías, los tribunales y todas las representaciones estatales, generalizando el motín hasta la retirada unilateral de las fuerzas del orden, hasta impedir físicamente la celebración de las elecciones. La fuerza del movimiento estará en la complementariedad difusa entre los múltiples componentes — aunque no fuesen más que parcialmente representados por las interminables y desesperantemente masculinas asambleas de los comités de pueblo y otros comités populares. Las “comunas” de la siempre hirviente insurrección argelina tienen unas veces el rostro de estos jóvenes “quemados” con gorra lanzando botellas de gas a las CNS desde el tejado de un inmueble de Tizi Ouzon, otras veces la sonrisa socarrona de un maquis embutido en su burnous, a veces también la energía de las mujeres de un pueblo de montaña haciendo funcionar, contra viento y marea, las culturas y la crianza tradicionales, sin las que los bloqueos económicos de la región nunca hubiesen podido ser tan repetidos ni tan sistemáticos. Sigue leyendo INSURRECCIÓN

Última advertencia al Partido Imaginario

Sobre el espacio público
Artículo Primero
El espacio público está destinado al intercambio y la circulación de mercancías. Como todas las demás mercancías, los hombres se desplazan libremente en él.
Artículo 2
El espacio público es el espacio que no le pertenece a nadie. Lo que no le pertenece a nadie, pertenece al Estado. El Estado concede a la semiocracia mercantil la ocupación del mencionado espacio.

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LOS REVOLUCIONARIOS SITUACIONISTAS

Repaso sucinto de la historia de la IS escrito a partir de las notas para las charlas de 2005 en el Ateneu Barcelonès y el Ateneu Cultural El Panical, de Alcoi.

Yo conocí los escritos de la Internacional Situacionista en 1972, cuando su ciclo se cerraba y el mío en la Universidad de Valencia también. El folleto De la miseria en el medio estudiantil era lo más radical que había leído desde la epístola de Agustín García Calvo De los modos de integración del pronunciamiento estudiantil. Aquello era pensamiento ligado a la acción, y esta acción tenía por objeto nada menos que abolir la Universidad, el sagrado templo del saber separado, en el marco de un proyecto revolucionario más amplio, que perseguía el fin del capitalismo y de la sociedad de clases. El estilo marxista–hegeliano confería a los análisis una solidez teórica ausente en el medio anarquista, pero lejos de refutar las finalidades y tácticas libertarias, las confirmaba. Se podía decir que superaba la oposición entre marxismo y anarquismo sin acabar en una confusa amalgama de ambos, tal como hacía por ejemplo el justamente olvidado Rubel. Intenté aplicarlo en la medida de mis posibilidades en uno de esos grupos circunstanciales, de un solo curso, al que llamaban Barricada. La crítica situacionista se me aparecía como hecha para practicarse, no para contemplarse; alejada de la praxis perdía todo su valor. Sigue leyendo LOS REVOLUCIONARIOS SITUACIONISTAS

LA COMUNIZACIÓN COMO SALIDA A LA CRISIS

1. Inmediatez del comunismo

1.1. Definición y origen

No debemos confundir inmediatez con instantaneidad. Cuando decimos inmediatez del comunismo, estamos afirmando que la revolución proletaria ya no tiene como objetivo crear una sociedad de transición, sino instaurar directamente el comunismo. O sea: algo más complicado que la conquista del poder político, que hacer alianza con otras capas sociales, y que llevar a cabo una transición sobre ese terreno (extinción gradual del Estado, etc.).

La noción de inmediatez del comunismo no ha salido de la nada. Apareció con la crisis de los años 1960-1970, a partir de la impotencia política de la izquierda y de la incapacidad de los izquierdistas para comprender el rechazo al trabajo. Hoy, todas las tentativas programáticas parecen irrisorias. En cuanto al anti-trabajo, hoy vuelve a manifestarse con más fuerza que en los años 70 (en China, Bangladesh y hasta en los países industrializados). Sigue leyendo LA COMUNIZACIÓN COMO SALIDA A LA CRISIS

LAS MEDIDAS COMUNISTAS

LEON DE MATTIS

Traducida por Colectivo Brumario – Erik el-B.

Pensar un horizonte comunista

La comunización no es una profecía. No es el anuncio de un futuro inminente. La comunización no es otra cosa que un punto de vista sobre la lucha de clases en la actualidad. Se trata de esbozar a partir de la misma, o a través de sus límites y contradicciones, lo que podría ser hoy una revolución comunista.

Pensar un horizonte comunista implica partir del estado actual de las relaciones de clase producidas por la reestructuración, y entender por qué la perspectiva comunista que antaño servía, hoy no puede ser idéntica.

Hasta la década de los 70 incluída, se entendía mayoritariamente que el proletariado era una clase dominada que para alcanzar el comunismo debía convertirse en clase dominante. Ciertamente había múltiples perspectivas al respecto, a veces incluso contrarias entre sí. Algunas incluso pretendían romper con esta concepción dominante, pero estaban forzadas a posicionarse en relación a la misma. Parece inevitable que así fuera, no porque aquellas concepciones estuviesen necesariamente equivocadas, sino porque la realidad de aquellos años, esto es, la afirmación de un proletariado cada vez más fuerte, saltaba a la vista.

Los debates entre reforma o revolución, entre la inmediatez del comunismo o el período de transición (que podía darse antes o después de la victoria proletaria) se situaban en ese paradigma común. Es precisamente ese paradigma el que está en crisis en la actualidad. Sigue leyendo LAS MEDIDAS COMUNISTAS

COSAS DE LA VIDA

“Solo podemos comprender este mundo cuestionándolo como un todo. . . La raíz de la ausencia de imaginación dominante no puede entenderse a menos que seamos capaces de imaginar lo que falta, esto es, lo desaparecido, oculto, prohibido y ya posible en la vida moderna”

Internationale Situationniste

Extracto del libro «El placer de la revolución» de Ken Knabb (1997)

Utopía o quiebra

Nunca se ha dado en la historia un contraste tan deslumbrante entre lo que podría ser y lo que se da realmente.

Basta hoy examinar todos los problemas del mundo —la mayoría de los cuales son bien conocidos y meditar sobre ellos no tiene normalmente otro efecto que hacernos menos sensibles a su realidad. Pero aunque seamos “lo bastante estoicos para soportar las desgracias de los demás”, a la larga el deterioro social presente nos afecta a todos. Quienes no padecen la represión física directa aún tienen que soportar las represiones mentales impuestas por un mundo cada vez más mediocre, estresante, ignorante y feo. Quienes escapan de la pobreza económica no pueden escapar del empobrecimiento general de la vida.

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PARA ACABAR CON LA MASACRE DEL CUERPO (Félix Guattari)

Cuales sean las pseudotolerancias de que haga alarde, el orden capitalista bajo todas sus formas (familia, escuela, fábricas, ejército, códigos, discursos…) continúa sometiendo toda la vida deseante, sexual, afectiva, a la dictadura de su organización totalitaria fundada sobre la explotación, la propiedad, el poder masculino, la ganancia, el rendimiento… Sigue leyendo PARA ACABAR CON LA MASACRE DEL CUERPO (Félix Guattari)

ADECUAR LOS VIEJOS CONCEPTOS A LAS NUEVAS REALIDADES

Toda teoría revolucionaria ha de ser adecuada a unas realidades diversas y cambiantes —a distintos tiempos, a distintos países— y ha de tener en cambio una unidad interna. Es que el concepto de revolución implica una dialéctica continua entre dos polos: la teoría y la acción implica un continuo pasar del uno al otro, o, mejor, una interacción constante entre ambos. Es lo que Marx entendía por praxis. Es inevitable un desfase entre un marxismo auténtico que no nos queda más remedio que ir a buscar a sus mismas fuentes y el mundo del último tercio del siglo xx. Marx vivía en un capitalismo de mercado y libre competencia, con una burguesía racionalista y avanzada, con la aparición en escena de un proletariado del que aún era muy difícil saber el porvenir. No podía imaginarse fenómenos como la Alemania de Hitler —capitalismo irracionalista—, la URSS de Stalin —pretendida heredera del legado marxista y «patria del proletariado»—, los USA de Nixon —imperialismo monopolista, sociedad del «bienestar» o sea del consumo de masas, amparado en la Guerra Fría, en el mantenimiento de guerras calientes y en el «miedo atómico»— o la contradictoria España de Franco, hoy en el momento más significativamente confuso de los últimos treinta años. Por ello, el movimiento revolucionario se halla permanentemente, no sólo en peligro de desfallecer, sino también de desviarse. Existen dos clases de desviación que marcan dos posibles dimensiones entre las que se debate toda teoría revolucionaria:

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EL ESTADO COMO CONTRA-REVOLUCIÓN

El tema del Estado ha dividido diferentes movimientos revolucionarios como el anarquismo o el comunismo. La organización de la sociedad podría tomar formas diferentes pero debe estar ligada a la sociedad, a la historia, a la naturaleza y a la revolución de las mujeres. Esto requiere no sólo un rechazo al Estado sino a sus pilares y lo que representa, a su mentalidad e ideario, a la búsqueda de alternativas, a la aceptación de una organización basada en la autoridad natural. Sigue leyendo EL ESTADO COMO CONTRA-REVOLUCIÓN